30/6/12

No es justo, pero no importa

  Pocas cosas en esta vida son verdaderamente justas. No debemos acostumbrarnos a vivir bajo una sensación de justicia, las cosas no son así en el "mundo real".
  Vivimos en una burbuja, en tres burbujas para ser exacto, pero eso lo explico en otra entrada. Estas burbujas nos brindan un falso manto de seguridad y calma. Al sacárnosla vemos como son las cosas realmente y vemos las injusticias que hay en el "mundo real"
  ¿Ejemplos? Sobran. Podría tranquilamente hablar de las personas ricas en comparación a las que viven en África, o de las muertes y asesinatos absurdos que hay, como en los que te afanan por estupideces como un celular o una billetera. Pero no, voy a hacer una comparación no tan drástica ni chocante como en los ejemplos, sino algo mas trivial:

  El otro día tuve una prueba. No había leído ni una sola hoja de la materia, es mas, ni siquiera sabia que había prueba ese día. Por ello, llegue a tal punto de que cuando me dieron el examen para empezar a resolverlo, no sabía absolutamente nada. Afiné las cuerdas y comencé a guitarrearla. Pocas veces metí tantos bolazos en una sola prueba. De los cinco puntos, hice cuatro. Las respuestas eran vagas y redundantes, dejando en obviedad que no toqué la carpeta ni por casualidad. El profesor me llamó. Me dijo en que me había equivocado y me dio mi nota: 7 (Siete). ¡Bien! ¡Groso!
  Uno de los próximos en recibir su nota fue Nicolas. Se sacó un 8 (Ocho). Protestó y protestó pero su nota quedó así: El primer trimestre el profesor nunca pone diez, y como fue la única evaluación que se tomó durante el transcurso del mismo "sería inapropiado calificar alumnos con un nueve por un solo trabajo", un ocho y caso cerrado. A decir verdad eso fue muy injusto, ya que un vago atorrante como yo, que nunca leyó nada pero sabiendo chamuyar, se sacó un siete en el boletín. Y un chico estudioso (Come libros) como Nicolas (El típico "Promedio diez"), que obviamente había estudiado mucho, consiguió un ocho como trimestral. No hay mucha diferencia entre un siete y un ocho, sin embargo él sabía mucho mas que yo. No obtuvo lo que debía.
  YO MERECÍA UN CINCO O MENOS. A ÉL LE CORRESPONDÍA UN NUEVE O UN DIEZ. ESO FUE UNA INJUSTICIA. Pero, para mí suerte, la supe aprovechar y no quedé mal parado, como suele pasar cuando menos te lo esperas. Esto pasa siempre, en lugar de arreglar las cosas y ponerlas como deben ser, callamos mientras todo nos favorezca, como fue mi caso.

21/6/12

Que susto me diste hijo de mil pulgas...

  (Lo que están apunto de leer no tiene nada que ver con la onda que sigue el blog, además de que tiene muchas faltas, mala ubicación de los signos de puntuación y muchas otras boludeces, en fin, eso, no lo lean si no están dispuestos a bancarse lo que recién comenté. Esto está mal redactado porque lo hice apurado y confuso. Es un borrador, porque nunca me planteé el pasarlo en limpio.)
>  Lo único que podía decir era eso: "-Ay, no... No otra vez..."
  Como bien dijo ayer una amiga mía: "-Siempre sera dificil aceptar lo que la vida nos tiene preparado en un momento freak pero... Hoy estas, mañana no sabes... Es raro. ¿Quien te dice que mañana no será una mierda? Se puede ir todo al carajo." Ella es fuerte, no sucumbió ante la adversidad, no se mostró temerosa ni se quejó de sus heridas. Yo casi lo hago, de no ser porque lo último que pierdo es la esperanza.
  Era horriblemente indescriptible lo que sentía hace instantes nomas... Pero ahora respiro, aliviado, feliz de saber que te encontraron, o mejor, de que solo volviste a casa. Me recontra bajoneaba y me hacia sentir una mierda el hecho de que, lo ante-ultimo que te había dicho, era una puteada.
  Cuando te corrí, debí haber usado mi bici. Cuando iba camino a la escuela, debí haberme quedado buscándote mas tiempo. Cuando me enojé con vos por una simple pelotudez, no debí haberte gritado ni golpeado. Tendría que haber hecho muchas cosas y no debí hacer muchas otras, pero me equivoque, mucho.
  Mas allá de que estés magullado y algo atontado, corres y saltas como siempre, pero lo mejor y mas importante, es que estás vivo y en casa. No puedo mentir, una noticia mejor no podía pedir en esos momentos que la que me llegó en un mensaje, diciendo que vos estabas bien y en casa.
  Puede que esto que estoy escribiendo no tenga sentido para un cualquiera que lo lea, o puede que no lo lea nadie, pero eso es lo de menos y realmente no me importa. Podría seguir escribiendo, pero no quiero hacer esto muy largo, y aunque tenga mucho que decir, solo hice esto en forma de desahogo, de catarsis (Escribo como uno de mis catarsis), y para recordar este día.
  No pienso editar esta entrada, ni corregir las faltas de ortografía o los signos de puntuación que estén mal ubicados, ni borrar las repeticiones y redundancias, no, esto se va a quedar así, como un recuerdo (Como bien dije) de lo pelotudo que puedo llegar a ser, de que con mi vida como está ahora mismo, estoy mas que bien, que no tengo ningún "problema real", y que, como siempre digo: "-¿Por qué quejarse? Podría ser peor."
  En fin, acordé esta fecha, 21 de Junio, comienzo del invierno, como día en el que te recuperamos, Beto, y el día de tu cumpleaños (Ya que no sabemos bien cuando naciste, solo que cerca de estos días).

20/6/12

Disfruta de los recuerdos de un gran pasado sin dejar de lado el futuro

  Dos jóvenes, ebrios y felices adolescentes, que poco se conocían entre sí, se besuqueaban apasionadamente en un viejo bar de rock, a la luz de unas pocas e ineficientes lámparas colgantes, mientras eran aturdidos por las plegarias de una voz estrepitosa, que acompañada por los sonidos de una guitarra eléctrica, una batería y un bajo, saturaba el aire del ambiente y sacudía el lugar.
  En eso, el chico separa sus labios de los de ella y dice:

-Si esto está pasando... ¡Significa que algo hay entre nosotros! No te digo que es amor, porque claramente no lo es, pero ALGO hay.
-A mí ese ALGO me basta y me sobra, sea lo que sea.
-Opino lo mismo. Pero, o sea, ¿Vos pensas que nosotr...?
-Shhh... No pienses. Cállate y actúa.
-Si, mejor me... mejor... ¿Y si mejor seguimos con lo que estábamos?

 La chica lo miró extrañada, con una expresión de duda y asombro en sus grandes y refulgentes ojos. Era de esperarse una reacción como aquella, puesto que el chico era un completo charlatán, y no paraba de hablar nunca, ni siquiera durante un beso. El joven comprendió el porque de esa mirada perpleja y asintió, dando por sentado que esta vez, de verdad estaba dispuesto a utilizar su boca para algo mas que decir idioteces. La chica sonrió y continuó besando al muchacho, pues entendió ese simple gesto, y sobre todo, se alegró de que el chico se diera cuenta que a veces no es necesario hablar para hacerse entender, que no siempre las palabras son la mejor contestación, y que a veces el silencio es la mejor respuesta.

Relato inspirado en una noche de alcohol, por una persona freak.

P.D: No tiene nada que ver con este intento de cuento, pero hace casi 3 semanas fue el cumple de mi blog, se me re paso :P. En fin, feliz cumple blog querido, gracias a vos soy un poquiiiiiiiito mas feliz :)