Loco como una cabra

 Estaba con un chico en el campo. El ataba a una cabra a unas ramas gruesas de un tronco caído. Aburridos, sin saber que hacer, no tuvimos mejor idea que empezar a hacerle burla al animal (Cosas como "¡Ole toro!" y varias boludeces así). La cabra, ya fastidiada de tanta burla, se subió al tronco, y cuando antes de que lo notáramos la soga con la que cual habíamos atado, estaba desanudada. Cuando me percaté de esto, miré de reojo al chico, el cuál también se había dado cuenta, y empezamos a correr como los mejores, y como era de esperarse, la cabra venía atrás, persiguiéndome, ya que el niño había escapado en otra dirección.
 Quise meterme en su casa, pero su hermano menor estaba jugando con la puerta y si la cerraba, le apretaba los dedos al pequeño, por lo cual seguí corriendo, hasta el fondo de su casa. Cuando llegue allí, me escondí detrás de mi mamá (Algo vergonzoso pero muy natural), la cual estaba charlando con los padres del chico, los cuales no estaban ni enterados del asunto de la cabra loca suelta. Me escondí allí por medio minuto. No les comenté nada a mis padres ¿Para que? No me creerían. Junté valor, y fui a ver lo que sucedió con esa endemoniada cabra. Parece que justo antes de alcanzarme, se detuvo a tomar agua de un balde que había ahí cerca, Lo supe porque cuando pasé corriendo por ese lugar, miré hacia atrás y el animal venia justo detrás de mi, acto seguido corrí a toda velocidad y no me atreví a mirar otra vez hacia atrás.

  Estaba aburrido, me puse a recordar el pasado, es una de la cosas que mas me gusta hacer. Es una vieja anécdota. Me marcó un poco, ya que le tengo un miedo especial a las cabras. No fobia, solo miedo. Pero también saqué algo bueno, tengo mucho más coraje.

¿Y tú? ¿Tienes alguna anécdota graciosa o traumática que quieras compartir?